Migraña
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Vengo a buscarte, hombre-río al que yo amo aunque no sean seda ni azules tus cabellos, porque me pierdo y me pierdo en el tráfico estéril y en el humo, en los bordillos por donde el agua sucia se detiene, en las alcantarillas. Vengo tan asolada que llego a la tormenta antes que a ti.…
