El último día que cenamos juntos, antes de que iniciara las vacaciones playeras, aprendió de golpe a decir “Burberry”, sólo con oír la palabreja-marca comercial una única vez en la televisión. Nos temimos lo peor: se está convirtiendo en un niño-pijo, pensamos. Pero no, lo que pasaba es que se partía de la risa que le daba escuchar lo de “berbrriiissssss” (más/menos transcrito) en boca de una señora, ella sí muy pija/sinclase, que salía enseñando perfiles durante un sarao televisivo.
Luego durante la cena de los adultos, estuvimos practicando mucho el “I go to the beach” y, un poco a trompicones fonéticos, consiguió Daniel decirlo con mucho sentido.
Todo empezó hace ya algún tiempo, cuando nos dimos cuenta de que le gustaba mucho oír hablar en inglés. Ahora que se pasa los días charrando a su modo sin parar, ha quedado claro que parece resultarle el inglés más fácil que el castellano.
Por su cumpleaños recibió como regalo (entre otros, por supuesto…) un deuvedé de los “Little Einsteins”, dedicado a los números. Daniel sólo quiere escuchar la versión inglesa -(dos, tres veces seguidas, claro), y por su cuenta ya dice (con alguna que otra trampa): one, two, three, four, five, six y saltamos a eight. Hasta la saciedad toca repetir estos números en inglés, de seguido o sueltos. ¡Ay! ¡no os podéis imaginar qué juergas! ¡Qué alegría tan enorme cada vez que le sale bien pronunciar una de esas palabras! ¡Las carcajadas llegan a lo alto de las torres del Pilar! ¡Y qué nervioso, de la emoción!
Para nosotros es un poco misteriosa esta inclinación que le ha entrado por la lengua inglesa. Aunque de casta le viene al galgo, pues Daniel tiene una mamá políglota. Pensamos que acaso para su laringe es más fácil la fonética inglesa. Así que ya nos tememos que todos tendremos que ponernos las pilas con el inglés para entendernos con Daniel…. Ja, ja, ja. Por supuesto, que nos daría igual. Ojala.
Hace unos días Innisfree colgó, dedicado a Daniel, un video de la canción “Mujeres de Irlanda” en la versión que The Chieftains hicieron para la banda sonora de “Barry Lyndon” dirigida por Stanley Kubrick. En post anterior Innisfree había explicado la historia de esta canción, con un video de Sinéad O’Connor. Es una de las melodías preferidas de Daniel, además de ser hermosísima en sí misma. Así que la traigo aquí de nuevo para que la recordéis, esta vez en la versión de Mike Olfield.

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