El otro día estuvimos un rato en la sesión de la terapia con caballos de la clase de Daniel. Este trimestre, su colegio, el “Ángel Riviere” de Zaragoza, tiene programada la actividad un día a la semana. La mañana era fresquita, pero dulce. La sesión de hipoterapia se lleva a cabo en el parque municipal de La Granja, que está al ladito mismo del recreo del colegio. Así que está todo muy bien organizado.
Otras veces hemos comentado los fundamentos de la hipoterapia en este blog. También Lamima ha hablado de ello. Básicamente consiste en aprovechar el movimiento multidimensional de la marcha del caballo (que realiza más de cien movimientos al unísono) para el tratamiento de diversas afecciones física y mentales. Recuerdo también la web “Hipoterapia-Todocaballos”, donde hay una información suficiente y ordenada sobre el tema.
Este curso la entidad que realiza la terapia en el colegio es una asociación muy arraigada en Aragón y que está realizando una muy buena labor: la Fundación Genes y Gentes, presidida por Isaías Zarazaga, catedrático emérito de Genética.

Daniel se lo pasó bomba-bomba. Otras temporadas, le ha costado un poco en las primeras sesiones adaptarse al tacto del caballo y a la sensación de estar ahí arriba. Pero el otro día, se mostró tremendamente impaciente (como es él, en realidad) por montar a Obélix. Estuvo muy contento toda la sesión, riendo mucho. Sobre todo cuando Obélix iniciaba un trote más animado. El terapeuta le decía entonces a Daniel: “¡Ah, ya veo que lo que te gusta es la marcha, cuanto más movimiento mejor, ¿eh?!. Y así es, porque mi sobrino creo que sería feliz viviendo en una noria o en una batidora. La juerga fue tal que hubo declarada protesta al terminar su turno, y cuando la profa Chus le preguntaba a otra compañera, Claudia, si quería subir al caballo, contestó Daniel en su lugar un clarito, clarito “¡sí!”. Y por supuesto, se ha aprendido de una tacada el nombre de “su” caballo en esta temporada: “¡Belis!”. En fin, cualquier día lo mandamos a un concurso hípico de ésos. No te digo.


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