de Ana Pérez Cañamares: poesía —
tan pegada a la vida que, creo, es como la vida. Tres poemas de este libro: La alambrada de mi boca.
VEINTE DE NOVIEMBRE
Te fuiste a morir en la misma fecha
que aquel que te había jodido la vida;
nada personal por su parte:
te la jodió a ti como a tantos otros.
En el momento me pareció una coincidencia
con más mala leche que otra cosa:
una ironía fúnebre
una carcajada de la calavera.
Pero luego pensé que tú reirías la última
que noviembre sería el mes de las madres
que guardan la ternura y la dignidad
en un cofre rodeado de pinos y regatos;
no el mes de los que se van entre tubos
ajenos a la muerte como estuvieron ajenos a la vida
y que yacen incorruptos admirando
la solidez del mármol.
Una última cosa, madre:
sé por ti que hay ideas que atentan contra el corazón.
Dicho de otro modo:
tener corazón no permite tener ciertas ideas.
Y ninguna otra vida,
ninguna otra muerte
me convencerá de lo contrario.
EL AMOR, A VECES
El amor es a veces
a media tarde de un día que nos ha visto madrugar
que nos ha visto inmolarnos en aras de una nómina
a final de mes
el amor es a veces
este secuestro
un cansancio triste y apagado que me toma por rehén
un esperar que me liberes
sin haberte mandado una señal
sin que nadie haya puesto precio a mi rescate
sin que el zulo haya tomado rostro de agujero
sino la limpia y anodina cara de nuestro cuarto.
MI PATRIA
En la luz del mediodía
hay un rumor deshabitado
que bate las cuerdas de la ropa
que levanta una patria
en mi balcón
* Ana Pérez Cañamares: La alambrada de mi boca (Ediciones de Baile del Sol, 2007)
* La fotografía


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