Dibujar cosas, cuerpos, rostros, paisajes en papeles sucios o en cuadernos reaprovechados tiene más sentido… Ojala hubiera sabido dibujar, tocar el piano, cantar bien, representar por ejemplo Tío Vania. Siempre he querido representar Tío Vania y Fuenteovejuna. También El Público.
Pero escribir, ¿cómo?
Esta semana mil realidades: menos mal:
como con N. y entiendo nuevamente que hay personas con las que no importa no verse en tiempo ni saber qué hacen: eso es mágico y no depende de ningún dato objetivable. No sabría cómo llamar a esa corriente que te hace entenderte aunque se proceda de galaxias diferentes y sólo se pueda hablar fragmentariamente porque nunca hay tiempo.
También como otro día con Inde y con LaMima y con la Marta más nómada del mundo. En Zaragoza sucede algo diferente. Los bloggers necesitan verse, tomarse juntos y juntas unas cervezas, cenar, reír… Cuatro mujeres con blog, que es como decir con patio abierto, nos juntamos a comer en La Teja, para contarnos cosas, un rato tranquilo, para ir un poco más allá que en los multitudinarios bloggellones. Yo creo que nos gustamos y estamos bien. Marta ha escrito un post estupendo y ya tengo ganas de que nos juntemos otra vez. No le robo la foto de su blog, porque no sale ella.
Después España. En la Fnac. Manuel Vilas deja en nuestras manos su novela. Lee un discurso apócrifo de Fidel Castro, que parece de Fidel Castro renunciante. Cuánto sabe Vilas, dicen todos. Montones de gentes. Sentí no poder saludarte, maestro. Pero hablé mucho con Loli y aprendí. La foto de arriba se la cojo a José Antonio Melendo, al que últimamente le tengo gran devoción y que ha colgado en Flickr un reportaje del evento. El discurso de Fidel estuvo precedido de dos muy personales intervenciones a cargo de Ignacio Peiró y David Mayor, ambas creo que justamente acodadas sobre el tono de la novela. He empezado a leerla. Ya he dicho en un comentario que se anuncia por fin la libertad de la prosa.
Aunque
La arquitectura de tus huesos no pueda ser. Y,
– no sólo por ello – ,
De todas formas, me olvido de ésto con bastante facilidad en el colegio de Daniel, esta mañana. Instructiva y agradable charla, – a la que me invita a ir Inma – , con Chus, su profesora, e Itziar, su logopeda. A Daniel no le gusta mucho que andemos tanto rato hablando de él y se dedica un rato a hacer el fantasma y mucho más a intentar conmovernos con su repertorio de “pucheros”. Pero está a gusto allí en su clase con todas nosotras alrededor. Y es muy gratificante poder tener consciencia compartida de cuanto vamos recorriendo. A primera hora tocaba hoy sala Snoezelen: de ésto hablaremos otro rato en el blog de Daniel.
Realidad. Menos mal.


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