La película me interesa, pero creo que más que ella me ha gustado hoy la conversación mantenida al final de la misma entre el director, el actor protagonista, Oscar Jaenada (portentosa interpretación de Camarón, desde luego) y Cayetana Guillén.
El coloquio se ha apoyado en un estupendo guión, que ha mezclado, para subrayar el diálogo, imágenes de la película y de la realidad. Los entresijos del trabajo cinematográfico contados por director y protagonista han acercado la propia vida de Camaron al espectador de una manera emocionante y respetuosa al máximo.
Jaenada ha contado detalles sobre cómo se mimetizó en Camarón, como trabajaba en casa, cómo hacían los play-back, cómo fue la primera reunión del actor con La Chispa y ésta le dijo que se parecía más a Raimundo Amador; cómo al ver la película por primera vez, le comentó, sin embargo, que era “clavaíto a José, pero que éste era más guapo”.
Chavarri ha explicado con generosidad cómo concibió la película, cuáles eran sus pretensiones, cómo quería contraponer la genialidad creativa al hombre normal, sencillo, frágil que era Camaron; cómo eso era una dificultad para la película, porque no había héroe ni historia con climax dramáticos Las única circunstancia proclives a dramatizar, la muerte de Camaron y su dependencia de las drogas se tratan de forma elíptica la primera y con gran distancia la segunda. Ha estado muy bien la comparación de planos grabados del Camarón real y de su alter ego en el cine.
En fin, un programa para guardar.
* El video reproduce “La leyenda del tiempo”, tema que da título al disco más polémico y quizás más crucial de Camarón, en cuanto punto de ruptura, camino de nuevos hallazgos. La canción se construye sobre un poema de Federico García Lorca, incluido en la obra de teatro “Así que pasen cinco años”, que a mi me parece esencial en la literatura contemporánea.

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