
Oigo y luego leo – para corroborar lo que he oído, porque a veces una oye cosas que no son, pero leer tiene como otra voluntad- que ante el desastre de las inundaciones en Río de Janeiro ha dicho Lula da Silva -no con estas palabras, pero es lo mismo-: uno, que estamos indefensos ante la crueldad de la naturaleza, y que a ver si Dios para por fin el diluvio para poder hacer algo (ya, ésto es lógico, aunque no es un plan);
dos, que nadie se preocupe, que Río está preparada para la cosa del Mundial (de fútbol creo) y de los Juegos Olímpicos
pondré entre paréntesis lo que iba yo pensando mientras las cosas sucedían – entre ayer y hoy
Sobre Río y Lula (me ha parecido francamente amoral acordarse al mismo tiempo -o incluso por delante- de los Juegos Olímpicos futuros y de la desgracia presente de miles de personas; en mi escala de valores, yo diría: miren, que le den a los Juegos Olímpicos y al Mundial, porque resulta que a lo mejor necesitamos todos esos miles de millones para arreglar este desaguisado que nos ha hecho la naturaleza, bien ayudada por las barbaridades urbanísticas que hemos hecho nosotros, y en fin, que no estamos para juergas… ¡Seré idiota! – si ya sé que lo primero es tranquilizar a los magnates y multinacionales que estarán ya poniendo la pasta para luego llevársela… ¿Y qué? Pues que este mundo es una mierda, y ya lo siento por Lula que me cae bien)
Voy por la calle -ayer por la tarde – y coincido frente a un semáforo en rojo con: chica rubia joven y chico cuarentoncillo, media barba y chaqueta de punto con cremallera sobre camisa a cuadros; bien: o-bj-etiva-mente -no soy creída- la chica joven rubia ni es más guapa que yo ni está más buena, pero evi-den-te-mente el casi cuarentón no me mira a mí
(él se lo pierde), lo pienso, sí, pero jode
Oigo y leo ésto : El juez Varela sentará a Garzón en el banquillo por su investigación de los delitos del franquismo, y esto más tarde:
La decisión de Varela ha coincidido con el levantamiento del secreto del sumario del caso Gürtel (qué lista soy, ya lo había pensado yo sin leerlo; pero aquí hay unas extrañas alianzas y coincidencias entre gentes en principio de distinto tinte político…, no sé, no sé nada…)
(No soy una acérrima defensora de Garzón, aunque sí de algunas de sus actuaciones, porque no.
No vale todo. No vale zanjar los flecos de la historia de cualquier manera. Es una cuestión de higiene sociológica. La actitud de Varela (juez progresista) es la misma actitud antigua de una clase política – o judicial- de derecha antigua. No quiero una derecha antigua -ni una izquierda antigua-. No me gusta que las luchas de poder entre unos cuantos supertacañones siempre terminen enmarranándolo todo. Francamente estoy harta, y aunque supongo que el propio Garzón no andará ajeno a esa pugnas a sangre y fuego,
esta vez lo prefiero porque al menos su opción beneficia a gente que sólo quiere devolver al tiempo de la historia a aquellos que fueron borrados de la misma: nuestros presentes y nuestros futuros posibles deberían erigirse siempre sobre todas sus patas).
Voy por la calle, esta mañana, hacia el lugar de mi trabajo. (¿Qué hace esta anciana, tan menuda?). Voy por una céntrica avenida de Zgza, en la que conviven con los edificios actuales unas antiguas casas de planta baja; delante de una de ellas, la anciana barre la calle a primera hora de la mañana (¿cuántos tiempos conviven en unos metros cuadrados de ciudad? ¿cuántas vidas? ¿tantas como gestos?) – la anciana barre la avenida en delantal y zapatillas, inmutable (¿qué tiempo transcurre detrás de la puerta entrecerrada de su casa?)
Vila Matas, ayer en Zaragoza: Salón Goya en el Palacio de la Aljafería. Una conversación con Martínez de Pisón y Eva Cosculluela (Los Portadores de Sueños, librería de Zgza). Vila Matas anda por ahí con Dublinesca (Seix Barral). Le digo -esta mañana- a Eva que una de las cosas que agradezco a Vila Matas es su generosidad en los actos de promoción de sus obras: siempre cuenta un buen puñado de cosas intersantes, no son actos de promoción al uso
(Las cosas con las que me he quedado de la hora de charrada quizás han sido
-no olvidar que como ésto está entre paréntisis se trata de la transcripción de lo que iba pensando anoche, camino de casa, por la Z-30-
lo de la entrevista a Bardem que se inventó Vila Matas, lo de las expulsiones de la orden del Finnegans
-una orden en la que hay más expulsados que miembros pues sus propios miembros son ya expulsados antes de entrar en la orden y luego pueden ser expulsados varias veces más, y ésto de la expulsión es un acto de voluntad que deberíamos de ejercer más a menudo-,
lo de repensar a Joyce,, lo de la narración y el reloj en marcha, lo de la ruina moral…, lo del taxista que saludó a Vila-Matas como buenos días señor Pasavento
Pasavento
-autoexpulsado-
es uno de los personajes de Vila-Matas que más me interesan y motivan, desde luego, me divertí mucho escribiendo Pasavento circa Matrix – sigo pensando-)
permitid que recuerde aquí este texto, me apetece:
(soy una pelma, qué obsesión)
Replica a Luisamiñana Cancelar la respuesta