Este fin de semana pasado hemos estado en Granada. Un nuevo encuentro de Poesía en la Red. Escribo mayúsculas por una cuestión de equilibrio estético.
Ha sido el primer fin de semana de primavera climática, y aunque las fotografías tópicamente románticas de la Alhambra requieren de la nocturnidad que evocan todas las pervertidoras leyendas que desde siglos la circundan y deforman, me emocionó mucho la claridad solar sobre su silueta. Seguramente ésto nada tiene que ver con una interpretación cultural del hecho, sino más bien con mi propensión a colgarme de cualquier imagen que me lleve en línea recta a tiempos (cualquiera) de verano o veranos.
Estuvo bien. A pesar de la contundencia y facilidad con que la Red compone relaciones humanas, las personas siguen necesitando pulsar en vivo sobre otro ser para reclamar respuestas.
Me llamaron la atención (por decirlo de alguna manera) algunas cosas:
Esto que acabo de enunciar en cuanto a lo vivo y en directo
Los comentarios de la gente acerca de su sorpresa sobre la ingente cantidad de personas que escriben en la red
Que este hecho reconforte (no digo que no deba ser así: necesariamente así ha de ser, aunque a mi me produzca a veces sensaciones contradictorias)
Que todavía haya quienes piensen en la Red como un purgatorio de aspirantes (en todo caso, eso es la vida misma)
Que la transversalidad entre humanos es difícil y todavía en exceso mecánica.
Que casi nadie se acordara y nadie enunciara en voz alta el hecho de que Granada es la cuna de uno de los más importantes poetas en lengua castellana de todos los tiempos temporales // esto no deja de ser una extraña distorsión // la Red en su formulación y presentación es esencialmente presente y futuro, pero la cultura ha de incorporarse en forma nuevas inevitablemente y para bien con toda su tradición, y en cualquier caso Lorca es a menudo mucho más contemporáneo que muchos de nosotros, mismamente.
Luisa Miñana
@luisamiñana 
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