Antes plantaba flores. Cultivé geranios media vida como si fueran a salvarme de algo.
Los cuidé casi igual que a mis hijos. Ahora riego esta antena
parabólica, con más mimo aun si cabe, para que crezca y me proteja
de la desgracia como la carpa de un circo.
(La intención es que este poema llegue algún día a formar parte de un conjunto de textos que de momento llamo simplemente Ciudad) – Mi concepto del circo no es negativo. Y una antena parabólica puede ser sinónimo de red social. Así que me parece un buen modo de cerrar un día de cumpleaños y de agradecer a todos quienes hoy han sido solidarios conmigo en este trance de asumir /siempre con buena gana, que conste/ el paso del tiempo.
Luisa Miñana
@luisamiñana 
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