Luisa, tu post me ha traído recuerdos de la mágica Cádi, de los caballos corriendo por la playa y de un guapo canastero con cuerpo de junco que miraba hacia la ventana a través de la que yo miraba la mañana.Un abrazo Súper.
Qué suerte la tuya, Sonia: menuda contemplación, guapa. Lo que hace el mimbre… Me alegro de que haya trepado de nuevo a tus ojos tanta hermosura. Besos, linda
Luisa, tu post me ha traído recuerdos de la mágica Cádi, de los caballos corriendo por la playa y de un guapo canastero con cuerpo de junco que miraba hacia la ventana a través de la que yo miraba la mañana.Un abrazo Súper.
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