1. Te amarás a ti mismo por sobre todas las cosas.
2. No mencionarás el nombre de Borges en vano.
3. Seis días descansarás y uno escribirás.
4. Te inventarás tu propia filiación literaria.
5. Si cometes parricidio generacional, será con pudor y disimulo.
6. No seducirás a la poetisa en busca de prólogo.
7. No robarás las metáforas del poeta inédito.
8. No llamarás palimpsesto intertextual a la simple copia banal.
9. No desearás el éxito de ventas del prójimo escritor.
10. No eliminarás las comillas de las citas ajenas.
Este trascendental decálogo cierra el reciente libro «Prosas entreveradas» de Fernando Aínsa, publicado por Ediciones Cálamo.
Es un decálogo afinado y radiográfico, también divertido. Si se piensa cada mandamiento, le salen tres o cuatro guiños.
«Prosas entreveradas» es un libro de textos breves que, como dijo bien en la presentación
Manuel Vilas, se van adelgazando hasta brevisimos. Pequeñas historias y altas reflexiones, en ocasiones derivando casi en la prosa aforística. Siempre aportando un plus de clarividencia, más allá de lo evidente o de lo simplemente esperable, una sutilidad de experiencia ya destilada al máximo. Estas prosas entreveradas son estilísticamente buena representación de la forma elegante, compleja y ordenada de escribir de
Fernando Aínsa. Como también apostilló Vilas: un buen libro de verano – lectura breve: larga reflexión consecuente, a la que puede propiciar bien la indolencia estival.

Fernando Aínsa, en una de las sesiones del ciclo Poesía para Perdidos (Zaragoza)
Replica a ybris Cancelar la respuesta