

Genial poder leerlo. Pero haz favor de salir en la foto next time.Da gusto las crónicas que haces.K,Marta
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Siempre digo que para mí esas historias de parientes lejanos, de ancestros que no conocí y que son más cercanos de lo que uno llega a pensar, son mitos tan vivos como Ulises o Teseo. De andar por casa, pero mitos, sin duda.Besos.
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Es formidable encontrar en los pueblos y sus historias los recuerdos imborrables que nos acompañan y nos sostienen.De eso hablan los sitios, las ruinas, las personas.Incluso tras marcharse.O quizás por ello.Besos.
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Queridos Marta, Alfredo e Ybris: no ocultaré que el reportaje de la revista y ver ahí los nombres de mis abuelos me emocionó realmente. Es curioso, porque en realidad los lugares a los que apunta no he podido frecuentarlos demasiado. Pero debe ser verda lo que dices, Ybris, y también lo de la mitología personal, claro, Alfredo. Al fin y al cabo, y aunque ahora la historia ande tan denostada, las referencias pasadas acaban siendo totalmente precisas para "comprender".Besos
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No me extraña que te emocionase, porque me ha emocionado a mí, que no tengo nada que ver con esa preciosa zona del Jalón… Pero es que un pueblo es mucho más que un montón de casas. Hay tantas vidas criadas y crecidas y agotadas en cada uno de ellos… eso tira mucho, tiene que tirar por fuerza.Es paradójico lo de la torre; pero a mí me da mucha pena que esas ruinas lleven escrita en la frente, aún, el nombre de "villa nueva"… que un día, seguro, exhibieron orgullosas.
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No sabes, Inde, el cosquilleo cuando vi allí los nombres de mis abuelos. Ellos fueron los últimos-últimos, aunque como dice ahora mi tía, "a la tía Francisca también costó un rato sacarla de allí". Mis abuelos se resistieron aún más, bueno mi abuelo. Tuvieron sus hijos en Morata alquilada la nueva casa varios meses hasta que por fin pudieron arrancarle de Villanueva. Siguió subiendo a su huerta, bajo el picacho, a orillas mismo del Jalón, bastantes años, con su "animal" (o sea el burrillo). Eso era ya los setenta, que parece mentira como se vivía todavía entonces en este país, y aún más en los pueblos… (y el tono es intencionado;). Eso me impresiona mucho: la fractura tecnológica abismal.
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