Confianza

Varias veces, durante la estancia en el hospital, ella me preguntó: ¿me quieres? — tenía miedo, estaba desorientaba, y necesitaba saber que podía confiar. Pues claro que te quiero, le respondía, y mucho, ya lo sabes. Bien, decía ella.

Varias veces, durante los muchos años de nuestra historia en común, me dijo: yo ya sé que no soy tu madre, pero como si lo fuera, la familia son los que uno ama y en los que confía. Bien, le decía yo.

Pues eso.

He procurado que hayas confiado hasta el final.

7 Comments

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  1. ella confiaba en ti ciegamente…lo sé…besos de los dos.

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  2. Cuando uno se siente más indefenso,es cuando más se necesita confiar.Un abrazo

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  3. Linda, muy linda. Sólo una verdadera hija es capaz de susurrar tatuajes como tu lo has hecho. Un beso.

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  4. Hola, Luisa… llevaba tiempo sin pasarme por aquí y leyendo las últimas entradas he ido interprentando su significado.Un abrazo fuerte."Tatuaje" me gusta a mí también.Rosa.

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  5. Es hermoso dar confianza hasta el final.Hay que ser como hija para ello.Besos.

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  6. Muchísimas gracias. Dentro de un rato depositaremos la urna-resumen en un hueco, ahí suspendido. La palabra columbario me gusta. Con su metafórica polisemia. Pero ahora, de momento, el hueco sólo es echar de menos.Un abrazo a todos.

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  7. Luisa me ha emocionado tu ternura, tu entrega tu sensibilidad. Qué mejor que decidir bilateralmente ser madre e hija, pese a la no consaguinidad. Qué lazos tan buenos, tan fuertes, tan frágiles, tan delicados para cantar tatuaje para ahuyentar el dolor. Gracias por compartir tu calidad y cualidad humana, nada más lírico y nada mejor dónde mirar qué hacer cuando se intuyen lazos semejantes y se presente una ocasión que nunca nos equiva. Arqui

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